miércoles, 17 de marzo de 2010

Privatización del Petróleo ¿Por qué y cómo? // Jose Luis Rivas // Organización por la Democracia Liberal en Venezuela (ODLV)

Tenía tiempo sin escribir, he tenido demasiado trabajo y estoy leyendo mucho a Ayn Rand. Pronto escribiré de nuevo. Mientras tanto, comparto un artículo de mi buen amigo José Luis Rivas, tachirense y miembro de la ODLV-Táchira

Privatización del Petróleo ¿Por qué y cómo? // Jose Luis Rivas // Organización por la Democracia Liberal en Venezuela (ODLV)

El petróleo, el oro negro, ese líquido espeso que le ha dado tanto dinero a nuestro país; bueno no técnicamente, realmente se lo ha dado al Estado que es dirigido por nuestros gobernantes quienes han hecho lo que les ha dado la gana con él.

Precisamente la excusa de nuestros gobernantes y que a lo largo de los años hemos memorizado muy bien es que el petróleo debe ser del Estado porque es de todos los venezolanos y ellos saben como devolvérselo a la gente, supuestamente en obras públicas, seguridad y justicia; todo lo que no tenemos. A pesar de eso, lo hemos memorizado tan bien que lo repetimos una y otra vez cuando nos preguntan tal cuál, como si fuese cierto.

El petróleo tiene dueño
Dicen nuestros gobernantes, y nos mienten como siempre, que el pueblo es el dueño del petróleo.

Vaya usted, pueblo, a agarrar uno de aquellos barriles de petróleo del que dicen los farsantes aquellos que usted es el dueño.

El dueño de algo es quién puede disponer inmediatamente de ese algo; vaya usted, pueblo, a disponer del petróleo, incluso el que esté en el subsuelo de las tierras que usted pueda poseer. ¡No puede!

¿Quién puede disponer de manera inmediata sobre el petróleo venezolano?: nuestros gobernantes con poder nacional. ¿Quienes son los dueños del petróleo venezolano?: Los gobernantes de turno.

¿Cómo usan nuestros gobernantes el petróleo y la utilidad del mismo?
Hay algo llamado oligopolio, que nuestra constitución prohíbe y aupa al Estado a que lo castigue. El oligopolio es la unión de un grupo de empresas para establecer precios, un cartél. Venezuela es miembro de la OPEP, un cartél establecido para fijar los índices de producción para aumentar de manera artificial el precio del petróleo en el mercado. Nuestros gobernantes son especuladores a nivel mundial con el petróleo.

El monopolio es igualmente castigado por la constitución nacional, y ¿saben quién tiene un monopolio sobre las concesiones del petróleo? PDVSA. También nos dicen que debe ser del Estado el petróleo para que no se lleven las ganancias al exterior. ¿Y a quién le dieron la concesión sobre el pozo petrolero Carabobo I? ¡A extranjeros!. Y no es que considere que eso está mal, es que su discursito de nacionalización está precisamente en contra de esto aludiendo a que es pérdida de la soberanía cuando se da una concesión, son unos farsantes.

Así mismo, les recomiendo que cuando estén por la calle cuenten cuantas vallas o avisos publicitarios hay sobre programas sociales, sobre nuestros gobernantes, alguna obra o algún otro tipo de publicidad que tenga que ver con el gobierno. Nuestros gobernantes usan la plata del petróleo para hacerse propaganda, ¡y les sali gratis!

Y a un nivel aún más sutil, vayan a cualquier programa social de alguno de nuestros gobernantes y verán muchas más vayas, todo del color del partido del gobernante y con el rostro del gobernante. ¡Con la plata del petróleo, que según es nuestro, nuestros gobernantes se hacen campaña de gratis!

No sólo eso, nuestros gobernantes también usan ese petróleo que supuestamente es de todos los venezolanos para financiar sus campañas internacionales en las que sólo tienen interés ellos a nivel político-individual.

¿Y en las funciones que debería ejercer el Estado para el bien común: seguridad, justicia y obras públicas? Bien, gracias. Miren las calles, las oficinas públicas, las fuerzas del órden público.

¡Y aún los venezolanos repetimos el discursito rayado de que el petróleo es de todos los venezolanos!

Hay montones de razones para que el petróleo sea de los venezolanos, de manera directa, y la primera y más fuerte es que: no hay razón para que sea de los gobernantes.

¿Cómo privatizar la industria petrolera?
La zona petrolera Carabobo de la Faja del Orinoco tiene 129.600 millones de barriles de petróleo, del cuál el más pequeño es el Bloque Carabobo 4 con 24.759 millones de barriles de petróleo. De ese total de Carabobo 4 se estima que al menos pueda sacarse el 20% que son 4.952 millones de barriles de petróleo, quedando un total de millones de barriles que quedan en reserva pues la tecnología actual no puede extraerla. Si ese bloque se subastara, no por concesión sino por propiedad sobre ese terreno y llegara a un mínimo de digamos, USD$ 15 por barril que es seguro se puede extraer y USD$ 5 por barril que no puede extraerse aún por falta de tecnología eso daría un total de USD$ 198.075 millones mínimo, en una subasta estoy seguro llegaría a mejores precios. Nuestra deuda pública (Interna + Externa) supera los USD$ 75.000 millones actualmente y nuestras reservas no pasan de los USD$ 40.000 millones en ningún momento, pues nuestro gobierno, digo BCV super-autónomo considera que nuestra moneda es fuerte con esa cantidad de reserva (sí, claro).

Sólo con vender el más pequeño de los bloques de sólo una zona de la faja petrolera del Orinoco podríamos pagar deuda + doblar las reservas + invertir fuertemente en infraestructura y seguridad.

La propuesta de privatización pasa por subastar sólo lo necesario para poder cubrir la deuda pública, aumentar las reservas y el restante para invertir en infraestructura, el resto de los pozos se privatizarían popularmente, y paso a explicar que es esto:

Cada pozo sería una sociedad anónima, con sus acciones iguales en cantidad a los barriles que tiene, y estas acciones divididas en cantidades iguales a cada uno de los venezolanos. Estas acciones no podrían ser vendidas, cedidas, donadas o cualquier otra forma de enajenación durante los siguientes 5 años para que todos los venezolanos sepan lo que es vivir del dividendo de las acciones de una empresa, luego de esto tendrán todos los derechos sobre estas acciones al estar mejor informados de lo que representa esa acción para ellos por su disfrute.

¿Por qué debería hacerse esta privatización?
  • Distribución de la riqueza directa Ya no se necesitaría que un grupo de burócratas aprueben la transferencia de dinero que según la constitución venezolana y la costumbre nos pertenece.
  • Eliminación de gran parte del populismo Nuestros gobernantes alimentan sus presupuestos en gran medida del dinero del petróleo, y es con ese dinero entonces que aplican sus planes populistas para crear más pobreza en los venezolanos bajo una farsa de mejoramiento del nivel de vida.
  • Aumento de ingresos en los hogares venezolanos Durante al menos 5 años habrá un fuerte crecimiento en todos los hogares venezolanos, luego de esos 5 años habrá una minoría que venderá sus acciones, probablemente para invertir en algún negocio propio pues se incentivará a ello, y los niveles de pobreza disminuirán de manera drástica; lo que significará un aumento real del nivel de vida que no dependerá del gobierno de turno.

¿Y esta medida también no es populista?
No, la aplicación de medidas populistas crea dependencia del pueblo hacia estas y las medidas dependen directamente de la popularidad que le den las mismas en las encuestas al gobernante. Las medidas populistas no implican la cesión de propiedades ni mucho menos de los recursos de los cuáles se alimenta el gobierno para sus elevados gastos. Esta medida no podrá cambiar, una vez aplicada, según el gobierno de turno sino que se mantendrá en el tiempo.

Supongamos que ya se privatizó, ¿y ahora qué?
Tanto los pozos que se privatizaron — que serían todos de los que se tenga conocimiento para el momento — como los pozos que vayan apareciendo en lo subsiguiente, serán privados y los dueños de tierras tendrán derecho sobre la explotación del subsuelo de la misma. Así mismo, estas personas pasarán a pagar 1/4 de impuesto sobre las ganancias brutas de la explotación de este recurso natural.

Privatizar todos los pozos popularmente o aplicar el método de subastar uno para cubrir las deudas, es discutible, el de la subasta es el preferido para cubrir las grandes deudas que se están heredando de estos gobiernos despilfarradores que hemos tenido, y para poder reconstruir la gran cantidad de infraestructura deteriorada y la que hace falta.

No todos los pozos están actualmente acondicionados para su explotación por lo que se requerirá un acuerdo entre las petroleras y los dueños de los pozos, probablemente se lleguen a acuerdos de 50-50 o 40-60 entre estos lo cuál de cualquier forma será una condición de ganar-ganar para los venezolanos.

Posibles mitos que aducirán los opositores a esta medida
  • El petróleo se lo llevarán los extranjeros: En primer lugar, no es que ya no esté sucediendo esto con el actual modelo, y hay 5 años para que los venezolanos aprendan vivir de la renta de manera obligada, luego de estos 5 años habrán más venezolanos interesados en comprar acciones que los que estarán interesados en venderlas
  • El petróleo quedará en pocas manos: Actualmente el petróleo está sólo en manos de los gobernantes. La división de pozos por cada sociedad anónima crearía competencia de manera inmediata y garantizaría la eliminación del actual monopolio, además que la gran cantidad de socios dificultará mucho que alguna empresa quede en manos de sólo una persona o de pocas. Igualmente la medida de los 5 años dificulta aún más de que las acciones sean vendidas, por lo contrario, es más probable que más gente quiera comprar más acciones.
Es muy probable que muchos se pregunten en base a qué esta privatización popular debería hacerse: simplemente en la tradición venezolana de que el petróleo le pertenece al pueblo, una vez el petróleo le pertenezca al pueblo de manera directa entonces también podrá pertenecerle a las generaciones siguientes y a los individuos que se apropien legitimamente de éste, ya sea mediante su compra, herencia o donaciones realizadas.

La privatización del petróleo, eso que nos han vendido como lo más malo que puede existir, es de hecho una solución viable para la eliminación de tanta burocracia, corrupción y pobreza en nuestro país; es momento de dejar de creer en los mitos socialistas y dejar que la libertad de cada individuo demuestre la capacidad que tenemos, todos, de construir un mejor país sin que otra persona tenga que – ni pueda – decidir por nosotros.

domingo, 25 de octubre de 2009

Las consecuencias no intencionadas

Hace dos años los venezolanos tuvimos que retrasar nuestros relojes media hora. Según el ministerio de ciencia y tecnología, dirigido en ese entonces por el inefable Hector Navarro, este cambio beneficiaría a la población, ya que por tener una mayor exposición a la luz solar, se vería incrementada nuestra productividad en el trabajo y en el estudio. Se nos dijo adicionalmente, que esa media hora permitiría, que pudiéramos levantarnos con la luz del sol, ya que en la medida que las condiciones de tráfico de las principales ciudades, en especial Caracas, han ido empeorando, los ciudadanos hemos tenido que levantarnos cada vez más temprano para poder llegar a nuestros sitios de trabajo o estudio.

Ah, pero lo que nuestros planificadores gubernamentales no tuvieron en cuenta, o quizás se les pasó por alto, es que así como con la media hora menos en el huso horario, hay la sensación de que amanece más temprano, así también oscurece más temprano, por lo que el uso de la luz eléctrica se incrementaría durante las horas de penumbra. Eso es lo que se llama las consecuencias no intencionadas de la planificación humana.

Es bien sabido que el parque eléctrico nacional no recibe inversiones desde hace años, incrementándose esta desidia en estos diez años de gobierno socialista. Las únicas empresas que medianamente realizaban inversiones y mejoras eran las privadas (Electricidad de Caracas, Enelven y Luz Eléctrica de Venezuela) pero, por órdenes del comandante supremo, todo el sector eléctrico fue estatizado. El dinero de las inversiones que realizaban estas empresas ahora se destina a "inversión social", ese concepto absurdo que vuelve a las empresas una especie de casas de beneficiencia pública.

En los últimos meses los venezolanos, de cualquier clase social y de cualquier simpatía política, hemos tenido que sufir ausencias y recortes en el servicio eléctrico. Recortes que ahora llaman de manera muy cínica, racionamientos preventivos. Y peor aún, el gran lider socialista amenaza con recortar el servicio eléctrico a quienes pagan, como los centros comerciales y las empresas privadas, porque hay que recordar que las empresas y oficinas públicas siempre han mantenido deudas gigantescas con las empresas del sector eléctrico.

¿Qué hubiese pasado si estos recortes los hubiesen realizado las empresas siendo privadas? Hubiésemos visto a personajes como Eduardo Samán, torquemada del acceso de las personas a los bienes y servicios, ir a multar y perseguir a estas empresas por "estafa y mal servicio a los usuarios". Ah, pero como las empresas son públicas, de eso no se habla, es un racionamiento preventivo. Los usuarios deberíamos ir a denunciar y demandar a estas empresas ante el Indepabis y ante los tribunales. No van a hacer nada, pero que quede constancia de su ineptitud y complicidad.

¿Por qué mejor no adelantamos el reloj de nuevo y devolvemos la propiedad de las empresas eléctricas al sector privado? De eso ni hablar, porque el gobierno y la oposición socialista no creen en la propiedad privada de esos sectores que llaman "estratégicos".

miércoles, 30 de septiembre de 2009

¿Dónde perdió el rumbo Latinoamérica?

Comparto con los lectores de mi blog una entrevista que me hicieron en la Universidad Francisco Marroquín en el marco del coloquio 89 de Liberty Fund acerca de la Libertad y la fundación de América Latina.




lunes, 29 de junio de 2009

Carta Abierta a Emeterio Gómez

Prof. Emeterio

Pocas veces respondo artículos de opinión, pero en esta oportunidad creo que es mi deber hacerlo, en especial por lo que plantea en este artículo (http://politica.eluniversal.com/2009/06/28/opi_art_ruego-a-mis-amigos-l_1444048.shtml) y en dos previos titulados "Conindustria y la defensa del capitalismo" (http://www.eluniversal.com/2009/06/07/opi_art_conindustria-y-la-de_1416147.shtml) y "Cedice 25 años" (http://www.eluniversal.com/2009/05/24/opi_art_cedice-25-anos_1394220.shtml). Y creo que es mi deber porque siendo liberal como creo serlo, siento que sus posiciones públicas en algunos casos le hacen un flaco favor a la única ideología capaz de derrotar este surgimiento del comunismo, o como en algún lado he llamado, el resurgir de la nueva Unión Soviética (El ALBA).

Primeramente, en su artículo en donde nos ruega a los liberales de dejar de señalar a las intervenciones estatales como el origen de todo mal y en donde deja entender que son las intervenciones estatales las únicas capaces de controlar la maldad humana, tengo que preguntarle acerca de cual idea liberal ha llegado a sus manos en donde diga eso. Si bien yo entiendo, y tal cual como lo he aprendido de mis maestros (Mises, Hayek, Bastiat, Rangel, Huerta de Soto) y de buenos amigos (Hugo Faría, Alberto Mansueti entre otros), los liberales entendemos que el hombre con su libertad pude hacer maravillas, pero también puede hacer mucho mal. Y cuando este hombre es quien está a la cabeza de un órgano de coacción (lo que es el Estado) es peor. Por eso los liberales creemos que al leviatan hay que atarlo de manos, incluso cegarlo, para que el daño que haga sea el menos posible. Y cuando defendemos que la otra cara de la libertad es la responsabilidad individual, es porque de verdad así sucede. Y no puede poner ejemplo de responsabilidad individual los casos de la crisis financiera, ya que es precisamente la intervención estatal la que ha hecho que en el sector financiero lo que menos ocurre es que quienes toman malas decisiones asuman sus consecuencias, o me va a negar que el sistema financiero, en especial el estadounidense, funciona privatizando las ganancias y socializando las pérdidas????

En segundo lugar, en su artículo de Conindustria, y ha sido recurrente en algunos articulos suyos previos, habla de la refundación del capitalismo y de que pedir que no intervenga el estado es una refutación endeble. Aquí tengo que decir, como le escribió el buen amigo Marco Polesel, que esto es una muestra de deshonestidad intelectual. Desde mi punto de vista, el capitalismo no necesita ser refundado, y no necesita serlo porque ha sido el único sistema económico (no es más que eso), producto de la accion humana no deliberada (usando sus mismas palabras, la mítica mano invisible), que ha sacado a millones de personas de la pobreza. Decir que hay que refundarlo, y más grave aún, como lo vi en una charla de Alejandro Chafuén, que hay que enfocarlo a los pobres, es aceptar de plano la acusación socialista (de todos los partidos) de que el capitalismo enriquece a unos pocos y empobrece a la mayoría. Algo que si habría que hacer es, que quienes creemos en el capitalismo, señalar que cuando un empresario se alía con el Estado para devaluar la moneda, crear inflación o imponer barreras al comercio, eso para nada tiene que ver con el capitalismo. Es decir, que el Estado interviene en favor de unos pocos y en detrimento de muchos.

Por último lugar, en su artículo acerca de los 25 años de CEDICE, nos recomienda a los liberales actualizar las ideas y que dejemos de estar atados a las ideas de Mises y Hayek. En este punto tengo que estar profúndamente en contra de su planteamiento. Las ideas de Hayek y Mises, con todos los errores que puedan tener y tomando en cuenta la época en la que fueron escritas siguen estando tan vigentes como cuando fueron expuestas por primera vez ¿quién puede poner en duda que lo que dijeron estos autores acerca de la tercera vía, el intervencionismo o planificación estatal, se termina convirtiendo en el camino a la servidumbre? el mejor ejemplo de que la tercera vía conduce al socialismo, y por ende al comunismo es nuestro propio país.

Aún más grave considero lo que menciona en el mismo artículo acerca de que la mano invisible del mercado sólo funciona cuando las empresas son pequeñas, es nuevamente darle concesión a la idea socialista de que las trasnacionales son un peligro y que por ende hay que regularlas. El libre mercado y la mano invisible funciona sin importar el tamaño de las empresas, o es que la quiebra de las grandes trasnacionales de la industria automotriz americana no es exactamente el proceso de destrucción creativa del mercado, es la mano invisible quitando a aquellos actores, que sin importar el tamaño, no sirven bien a la sociedad? y quién lo está detendiendo? la mano visible del Estado. Es decir, el Estado protegiendo al fuerte, con el dinero de los débiles. Como siempre pasa cuando el Estado interviene sin ningún control.

Y si, puedo estar de acuerdo con actualizar las ideas. Y siguiendo su recomendación, los liberales deberíamos abandonar a Mises y a Hayek, y abrazar a Rothbard, Hoppe o a Huerta de Soto, quienes han actualizado las ideas de sus maestros (por ejemplo Huerta de Soto ha corregido a Mises en el concepto moderno de socialismo, como cualquier acción ejecutada por un ente de coacción en contra de la función empresarial), y que han propuesto la abolición del Estado. Quizás esa sea la salida moderna. Quizás sea la verdadera solución a nuestros problemas.

Espero acepte mis comentarios, los cuales los hago con mucho respeto.

Ing. Osmel Brito-Bigott, MBA.
Vice Presidente Instituto Libertad y Prosperidad
Secretario General de la Organización por la Democracia Liberal en Venezuela

domingo, 26 de abril de 2009

ALBA o el renacer de la Unión Soviética


"América Latina será lo que Rusia no pudo ser"
Hugo Chávez, 10-11-2005

"Aquí resurge el sueño de la Unión Soviética"
Alí Rodríguez Araque, 19-04-2008

Puede sonar a paranoia. Algunos me dicen que es una exageración. Pero la idea que le da el título a este artículo, es algo que vengo sosteniendo desde hace algún tiempo.

Luego de la caida de la Unión Soviética, esa inmensa fábrica de muerte y destrucción, los comunistas y socialistas alrededor del mundo quedaron desamparados. Los vaticinios que desde hacía más de 80 años se habían realizado. La realidad era más fuerte que la teoría. Y esta realidad confirmó aquello que muchos teóricos habían dicho, que el socialismo no era viable.

La caida de la Unión Soviética fue lograda sin un sólo disparo, y sin necesidad que los Estados Unidos la invadieran o iniciaran una guerra. Fueron los pueblos oprimidos de esas dictaduras quienes decidieron salir del socialismo. Pero con la caida del socialismo real, los intelectuales de izquierda volvieron a sacralizarlo, ya que este había vuelto a su condición primitiva: la utopía.

Pero estaba Latinoamérica. En los años 60 del siglo XX ya lo habían intentado. Fidel Castro y Ernesto Guevara invadieron estas tierras, intentaron crear "uno, dos, cien vietnams", intentaron desestabilizar democracias nacientes, tal como en Venezuela, manipularon y dictaron guías de actuación a otros gobiernos, tal como el gobierno de Allende en Chile, enviaron asesores y armas a movimientos guerrilleros como en El Salvador, Colombia y Nicaragua. Pero fracasaron. Lo peor de ese fracaso es que fue momentáneo.

Fue momentaneo, porque planificaron a partir del momento de su fracaso guerrillero, tomar el poder por otras vías. Y siguieron perfectamente a Gramsci. Penetraron y dominaron a la educación, a los medios y a la cultura. Metieron su ideología hasta en la sopa. Nos adoctrinaron sin remordimiento alguno para formar al "hombre nuevo."

Adicionalmente a esto, los gobernantes latinoaméricanos, tan proclives al socialismo democrático, a otorgar prebendas que llaman concesiones, a proteger las fortunas de los poderosos en contra de la propiedad del resto de los ciudadanos, a través de barreras al comercio y al emprendimiento empresarial, y en última instancia a robar al ciudadano de a pie, en especial al más pobre, a través de la devaluación y la inflación; regaron el terreno para que creciera el socialismo. Llenaron a latinoamérica de pobreza e inequidad, y sobre todo del sentimiento general de que alguien nos había robado algo.

Y de pronto apareció él. El mesías socialista con rostro humano. Y esta vez con nombre y apellido. Hugo Chávez. Con un discurso incendiario que fomentaba la división social. Que prometía quitarle a los ricos aquello que, en muchos caso verdaderamente, le habían quitado a los pobres.

Pero lo peor no era su llegada. Es su tránsito. Aplicando las viejas tácticas de la KGB Soviética y del G2 Cubano, ha financiado movimientos de izquierda radical a lo largo de latinoamérica. Evo Morales, Rafael Correa, Mauricio Funes y Daniel Ortega son ejemplo de ello. Disfrazando todo de solidaridad con los pueblos, firma convenios de "intercambio justo", de respetar asimetrías, con el fin último de comprar voluntades políticas. Sin olvidar el financiamiento a los grupos terroristas de Colombia.

Desde hace algunos años apareció la propuesta del ALBA. Supuesta propuesta en contra del ALCA. Plan de "integración latinoamericana" cuyo fin último es implantar el socialismo, el del tipo soviético, en toda la región. Y dentro de ese plan Colombia y Chile son objetivos estratégicos. Uno por razones históricas, y el otro por venganza.

El ALBA es el resurgir de la Unión Soviética. Y esto es el resurgir de los enemigos de la libertad. Y al parecer la humanidad va a perder otro siglo. Otro siglo de muerte y destrucción a causa del socialismo real. Ojalá y esté equivocado.