sábado, 13 de agosto de 2011

Darwin Y La Seducción O De Como Las Mujeres Se Sabotean A Ellas Mismas


Ana Mile tu no tienes
no tienes la culpa
que tu niño esté llorando
y su padre no cumpla

Grupo Niche


Pues si la tiene (y más adelante les explicaré por qué). La libertad tiene un lado que mucha gente no quiere asumir: la responsabilidad. A los seres humanos, a lo largo del devenir del tiempo se nos ha hecho difícil responsabilizarnos por nuestras decisiones y acciones, en especial cuando las consecuencias tienen efectos negativos sobre nuestras vidas. Y si es así en las cuestiones públicas, que decir en las privadas (no por nada el catolicismo llegó a vender el perdón, una forma muy fácil de expiar nuestras culpas y por sobre todo, evitar nuestra responsabilidad)

Por coincidencias de la vida descubrí el libro "El Método" o "The Game" de Neil
Strauss. El libro, de lectura rápida y fresca, que cuenta las anécdotas de un periodista que se adentra en una comunidad de seductores y descubre el mantra sagrado para los hombres, cómo seducir a cualquier mujer. En el libro el autor relata como fue su proceso de descubrimiento de las técnicas de seducción y cómo transformó su vida y pasó de ser un hombre promedio (cuyas conquisas amorosas eran "pocas" y dependían exclusivamente de la aceptación de las mujeres) a ser uno de los más admirados seductores del mundo (o al menos de los Estados Unidos).

He de confesar abiertamente que en tema de mujeres y de conquistas nunca he sido bueno, pero es algo que, cercano a mis 40 años me dejó de preocupar. Y me dejó de preocupar al descubrir, gracias a la lectura del libro de Strauss y uno q otro título adicional, que mi poco éxito con las mujeres era mi propia responsabilidad. No había podido desarrollar esas habilid
ades que tienen, algunas veces de manera natural y otras veces aprendidas, esos hombres que son capaces de estar ligado a cualquier mujer que ellos deseen. Me había convertido en un personaje que siempre pierde o que cuando gana, lo hace por default: en el chico bueno.

Pasé mi adolescencia y buena parte de mi temprana adultez preguntándome cómo amigos cercanos, que eran unos perfectos irresponsables, eran capaces de estar con mujeres que para mi se mostraban como inalcanzables. Gracias al libro de Strauss lo descubrí: el chico bueno no tiene posibilidades a menos que se convierta, o que al menos copie, las actitudes de los chicos malos, o finalmente espere a ganar por default (que lo seleccionen por ser la opción disponible menos mala)


Este tema de la seducción genera interés. No por nada Hollywood ha hecho una buena cantidad de películas alrededor del tema, y los medios han encumbrado a Neil Strauss (o Style, como le gusta que lo llamen), Mistery o Ross Jeffries como modelos a seguir. Una de esas películas, "Hitch, especialista en seducción", protagonizada por Will Smith, la usaré cómo ejemplo: Alex Hitchens, un coach de hombres en materia de seducción, intenta enseñar a un torpe hombre como conquistar al amor de su vida (una mujer que dicho ho
mbre considera que es imposible alcanzar). En el proceso de seducción, Hitchens logra atraer a una periodista de chismes, de la cual finalmente se enamora. Esta periodista de chismes (protagonizada por la cubano/americana Eva Mendes) es una mujer decepcionada de sus relaciones anteriores y es recelosa de los hombres, a tal punto que rechaza cualquier acercamiento y le parece despreciable que un hombre se valga de técnicas para lograr seducir a una mujer. En el desarrollo de la trama, en una escena en donde (Eva Mendes) le increpa a Hitchens (Will Smith) por ser un coach en materia de seducción y haber usado técnicas para seducirla a ella misma, la respuesta de Hitchens fue: que de malo tiene que un hombre pueda tener un plan para conquistar a una mujer. Mi trabajo consiste en evitar que las mujeres se saboteen a ellas mismas para que los hombres buenos lleguen a calificar. Esto es un punto clave.

En todo lo que he leido y descubierto del tema de seducción (resulta que he encontrado infinidad de sitios por internet, gratis y a costo, que prometen a los hombres "mejorar su vida sexual y personal" a través de la enseñanza dirigida o de material de autoaprendizaje) es una constante que se recomiende a los hombres no ser un buen chico. Ser un buen chico ante los ojos de las mujeres le quita valor al hombre que lo sea. Ser buen chico (es decir, respetar a las mujeres, tomar en cuenta su opinión, tratarlas como iguales) es un signo de debilidad, de falta de caracter, una forma de aparecer suplicante ante las mujeres, cosa que las aleja (admitido por ellas). Ellas quieren al "macho alfa", al chico malo. En este punto entra Darwin.


El autor inglés planteaba, en su teoria sobre la evolución de las especies, que sólo las especies mas aptas eran capaces de sobrevivir. Aquellas especies que no eran capaces de adaptarse a los cambios del entorno estaban condenados a desaparecer. Y es aquí se sobreponen las "teorías" de la seducciòn: los únicos capaces de seducir a mujeres son aquellos hombres considerados machos alfa, o al menos que sean capaces de copiar su comportamiento, así no se mostrarán suplicantes ni débiles ante las mujeres; y si no logran (o no quieren) reformarse, quedarán condenados a una vida mediocre, y como he leído en algunos libros, a que sus genes no sean transferidos a la siguiente generación.


Es lamentable que despues de millones de años de evolución, la mujer siga prefiriendo al cavernícola del mazo (aunque el mazo puede ser hoy la "labia") que al hombre civilizado y educado. Por eso al principio del artículo decía que Ana Mile si tenia la culpa. Cuando una mujer escoge al "macho alfa", al "chico malo", las consecuencias de esa selección son su responsabilidad, de nadie mas. Si no quieren consecuencias negativas, que dejen de auto sabotearse, y que aprendan a elegir mejor, así los chicos buenos (que en estos círculos de seducción los lláman típicos frustrados) podrán tener mejor chance


Pero esto es sólo un deseo...