martes, 9 de octubre de 2012

Elecciones Venezuela 2012: El triunfo de la sociedad parásita


‎"Sabemos que las cosas no están bien, que hay mucha corrupción en el gobierno;
pero no queremos que venga otro y nos quite lo que Chávez nos ha dado".
Vendedor informal, venezolano pobre

El estado es la gran ficción a través de la cual
todo el mundo trata de vivir
a costa de los demás
Frederic Bastiat 

Todo lo que una persona recibe sin haber trabajado,
otra persona trabajó por ello pero sin recibirlo.
El gobierno no puede entregar nada a nadie,
si antes no se lo ha quitado a otra persona.
Cuando el 50% de las personas llega a la conclusión
de que no tienen que trabajar porque la otra mitad
está obligada a hacerse cargo de ellas,
y , cuando la otra mitad se convence de que no vale la pena trabajar
porque alguien les quitará lo que han logrado con su esfuerzo
ese, es el fin de cualquier nación.
Ayn Rand

Tres meses en campaña, dos candidatos, dos ofertas similares aunque con matices, una fecha, 7 de octubre, los resultados: vuelve a ganar mayoritariamente Hugo Chávez y su oferta socialista revolucionaria.

Muchos sesudos analistas (algo que yo no soy) han dado sus opiniones respecto del tema, todas muy variadas, unas hablando de posibles irregularidades en el proceso que pudieran pensar en un fraude hasta otros que alaban al candidato opositor ya que, aunque no ganó, logró consolidad más a la oposición y que Henrique Capriles se vuelve en un líder que en un futuro (diría yo lejano) pueda ser presidente de Venezuela.

Y es que el problema central de Venezuela no es el cambio del presidente, es el cambio del modelo.  Entre 1958 y 1998 la tasa del crecimiento del PIB per cápita de Venezuela fue de -0.1%, en términos legos, en esos 40 años el país se empobreció, la población creció más que la riqueza que se producía. Y eso fue lo que generó que en 1998 más de la mitad de la población era considerada pobre.  Sumado a eso, un sistema bipartidista corrupto, otorgador de privilegios y cuya oferta electoral siempre era "hacer una mejor redistribución de la riqueza", pero que terminaba siendo reparto clientelar para lograr el voto circunstancial.

La oferta inicial de Chávez pareció distinta.  Cambiar la constitución y acabar con el anterior sistema corrupto.  Pero dentro de esa oferta engañosa se introducía un modelo, el cual una mayoría circunstancial le impuso al resto del país, en donde no había balance de poderes y mucho menos división.  Planteaba la figura del referendo para muchas cosas, entre ellas revocar a funcionarios electos, incluido el presidente.  Ya no hay mucho que decir al respecto, esta figura terminó siendo usada para el apartheid político mas grande ocurrido en Venezuela.

Luego de aprobada la constitución, Chavez ha sido electo en el 2000, en el 2006 y ahora en el 2012.  Es su cuarta elección (incluida la del 98) ganada. 14 años, y para 2019 ya serán 20 años en el poder.  A esta elección del 2012 llegó enfermo (recién salido de un supuesto cáncer), con una economía en dificultades (alta inflación, devaluación contínua de la moneda), altas tasas de inseguridad (Venezuela es el país con más muertos semanales sin que haya una guerra en su territorio), denuncias de corrupción a todos los niveles y en todos los poderes (el caso más emblemático del juez Aponte Aponte, acusado por el gobierno de vínculos con el narcotráfico quien a su vez relató el uso que hace Chávez del poder judicial para amedrentar políticamente a sus adversarios), cierre de medios, fallas constantes y racionamiento en el servicio eléctrico, escasez de alimentos, etc.  En cualquier país normal, a un gobierno así no se le hubiese reelecto ni una sola vez. Pero, y entonces, por qué vuelve a salir electo Hugo Chávez?  ¿Cómo es posible que Henrique Capriles no haya logrado ganar si parecía haber unificado a la oposición y acercado a sectores anteriormente pro Chávez?

Para muchos la respuesta más fácil es que ha venido haciendo fraude en las elecciones.  Decía Stalin, con su estilo cínico (aunque menos que Lenin) que en unas elecciones no importa quienes votan, sino quienes cuentan los votos. Y es que desde 2004 sobre el sistema electoral venezolano, totalmente automatizado, ha habido una sombra de duda sobre su fiabilidad.  Sumado a eso, el padrón electoral de cedulados tiene muchísimas fallas y desde hace algunos años viene siendo administrado por el gobierno de Cuba (a través de la trasnacional cubana AlBet Ingeniería y Sistemas).  Aunque yo comparta muchas de esas dudas, mi respuesta no es esa.

En Venezuela, desde 1958, y aún más desde 1975 (año de estatización de la industria petrolera), nos fuimos acostumbrando a que el estado nos daba todo.  Educación, salud, vivienda, seguridad social, y cuanta cosa usted puede imaginarse.  Al principio, entre 1958 y hasta mas o menos 1980 todo iba muy bien.  Parecía que ese "estado de bienestar", el socialismo "bueno", si funcionaba.  Pero es que al principio en Venezuela había un stock de capital acumulado que permitió el arranque de ese sistema de redistribuición de la riqueza.  Pero desde 1958, el stock de capital privado (es decir, quienes generan la riqueza) fue decreciendo, es decir la sociedad fue produciendo y ahorrando cada vez menos.  Y la estocada final fue la estatización de la industria petrolera.  El estado se hizo enormemente rico, mientras que la sociedad se empobrecía.  Fue la época de la "Venezuela saudita", en donde el estado, con todo ese dinero que percibía de manera repentina, se embarcó en proyectos faraónicos y se endeudó, tal como un jovencito a quien le dan su primera tarjeta de crédito.  Además, esa riqueza en manos del estado estimuló a los venezolanos, de todas las clases sociales, a entender que debía percibir un poco de esa riqueza y que era el estado quien debía distribuirla.

Cuando estalla la crisis de la deuda en Venezuela, en 1983, cuando por primera vez en más de 30 años se devaluaba la moneda, se acentuó el empobrecimiento de la mayoría de los venezolanos.  Y al empezar a salir a la opinión pública diversos actos de corrupción (producto de la inmensa discrecionalidad de los organismos del estado), la gente empezó a pensar que el problema de la pobreza en Venezuela, es que alguien no estaba distribuyendo bien la riqueza del país.  Cuando Carlos Andrés Pérez se presenta en las elecciones de 1988, quienes lo votaron lo hicieron no para avanzar como país, sino para que Pérez nos llevara a la época de la "Venezuela saudita".  Pero Pérez venía con otra visión, el neoliberalismo, estatismo con pequeñas dosis de liberalismo.  Eso implicaba abrir los mercados, competencia, mayores impuestos.  Cosas que no le gustaban a los venezolanos.  Los venezolanos querían otra vez el festín de dólares.

Y desde esa época hasta la actual elección esa ha sido la constante, buscar a aquel político que reparta mejor la riqueza.  Chavez ha logrado que la gente crea (dentro y fuera de Venezuela) que ahora si se está repartiendo bien la riqueza y no se la roban "los oligarcas".  Con un vasto programa social de dádivas clientelares, la mayoría de los pobres reciben ayudas monetarias del gobierno, pero que son identificadas a que quien las da es el presidente Chavez (para lograr la personalización del asunto).  Y, aunque haya corrupción, la gente considera como "derechos adquiridos" esas dádivas.  Y como cito al comerciante informal "no vamos a permitir que venga otro y nos quite lo que Chavez nos ha dado".  

Conscientes de eso, la oposición siempre ha intentado pintarse como un Chávez más light.  El propio Henrique Capriles se autocalificaba como de centro izquierda, admirador del modelo socialista de Lula da Silva.  Su promesa principal era extender el gasto social para todos (las misiones).  Y a pesar de que el PSUV calificaba a Capriles como "el candidato de la derecha", hay que aclarar que no era así. Capriles representaba una versión moderada del socialismo.  El tema central de la elección giraba en torno a quien era más socialista "bueno".  Incluso en un momento salieron personas que apoyaban a Capriles a rechazar un supuesto "paquete neoliberal" que progresivamente desmontaría los programas sociales.  Lo primero que hizo Capriles fue rechazar dicho "paquete".  ¿Ser neoliberal?, nunca.

Y es que finalmente la frase del comerciante informal resume el pensamiento de mendigo y de parásito de la sociedad venezolana.  Dicho comerciante es un pobre, pero el de clase media pensará "no quiero que me quiten el subsidio de la vivienda o los dólares baratos de Cadivi" y el rico también piensa "no quiero que me que me quiten el crédito barato, la protección arancelaria o la concesión que me dieron", piensa el militar "no quiero que me quiten las comisiones del rancho del cuartel", piensa el empleado público "no quiero que me quiten el bono", piensa el director de cine o de teatro "no quiero que me quiten el financiamiento de mi película/obra". En el fondo, es el mismo pensamiento, sin importar la clase social que sea. Sea chavista o sea opositor. Tenga estudios o no. 

Una vez se intentó hacer lo contrario, a medias, y el país entero conspiró para volver al reparto. TODOS quieren vivir del Estado, y mientras esa sea la idea de fondo el país no va a ir para ningún lado y Chávez seguirá ganando elecciones.  Esperemos que no lleguemos al fin, como decía Ayn Rand, a quien cito al inicio.

Amanecerá y veremos.

lunes, 20 de agosto de 2012

Sembramos socialismo, y lo seguimos sembrando

Un buen amigo, economista y profesor, me comenta hace tiempo que quería presentarse en un concurso para una materia en la carrera de economía en la UCV (la casa que supuestamente vence las sombras).  

La asignatura en cuestión se llama Economía Política Clásica.  Es lo que generalmente se estudia como Historia del Pensamiento Económico.  

Ha existido siempre el mito urbano de que en la UCV se enseñaba Marxismo I y II durante dos años en la carrera de economía.  Afamados economistas como Emeterio Gómez han comentado esto en sus anécdotas de estudiantes reportadas en sus artículos de opinión.  Pero, al menos para mi, cuando mi amigo me muestra el contenido programático actual de la materia, esa idea dejó de ser un mito.

En dicha materia lo que se estudia actualmente es socialismo marxista.  Y como escribiría mi buen amigo Hugo Faría, sembramos socialismo y ahora recogemos más.  Entre las lecturas recomendadas para la materia destacan, además de Karl Marx, Ernesto "Ché" Guevara (que de economía sabía lo que yo de Física nuclear), Lenin, escritos del MVR (antiguo partido de Chávez).  Se estudia a Adam Smith y a David Ricardo, y muchos me dirían que esto equilibra el asunto, pero hay que recordar que la teoría valor trabajo desarrollada por Marx no fue sino una herencia lógica del razonamiento circular en donde se habían metido Smith y Ricardo.  Se estudia la teoría de la explotación, pero por ningún lado aparece la refutación de Bohm Bawerk.  Y ni hablar de la polémica sobre el cálculo económico en el Socialismo, iniciada por Ludwig von Mises.

Aquí abajo pueden ver el contenido programático de la materia.

Es hora que cambien este tipo de cosas.  Si queremos cambiar el rumbo de Venezuela hay que cambiar las ideas.

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Universidad Central de Venezuela
Facultad de Ciencias Económicas y Sociales
Escuela de Economía
Departamento de Economía Teórica
Cátedra de Economía Política


TEMARIO

TEMA I

La constitución del pensamiento económico clásico en torno al origen de la riqueza del Estado Nacional. El concepto de equilibrio y la competencia económica. La teoría del valor trabajo. El concepto de trabajo en la teoría clásica. El trabajo productivo y trabajo improductivo. La acumulación de capital. La división social del trabajo. Trabajo productivo y trabajo improductivo. El concepto clásico del capital. El consumo y la ley de Say. Acumulación y tasa
de beneficio. La acumulación y el progreso técnico. Problemas de la teoría clásica del capital. Elementos de la ruptura de Marx con los Clásicos. Exposición crítica de la historia de la Economía Política en las Teorías de la Plusvalía.

TEMA II

El mundo en los tiempos de Marx: Las condiciones para el surgimiento del Capitalismo, bases y características del Capital. De la enajenación del hombre a la propuesta comunista. El método dialéctico e histórico en Marx. De la Teoría del Valor-Trabajo clásica a las relaciones de poder. La teoría del Valor según Marx. Las categorías económicas como relaciones de poder en el análisis del
fetichismo de la mercancía. El dinero como Capital. El proceso de Producción como Proceso de Valorización y Proceso de Trabajo. Plusvalor y Plusvalía. El Salario como proceso de transfiguración y encubrimiento de la explotación, la lucha de clases y el desarrollo de las Fuerzas Productivas. Las Metamorfosis del Capital y su Ciclo. Rotación y circulación del Capital.


TEMA III

El Proceso de Acumulación. La reproducción en escala simple y en escala ampliada. Composición orgánica del capital y la Ley General de la Acumulación Capitalista. Tendencia histórica a la Acumulación del Capital. Las crisis en el Capitalismo. Concentración y Centralización. El proceso de producción inmediato
y la reproducción social del capital. El Crédito y el capital ficticio. El Capital-Dinero de comercio. El Capital a Interés. El papel del crédito en la Producción Capitalista. Las Rentas y sus Fuentes. La apariencia de la competencia. Las Relaciones de Distribución y Relaciones de producción. Las clases

TEMA IV

Los inicios del Marxismo. El movimiento obrero de finales del siglo XIX y la primera generación de marxistas. Kautsky y la ortodoxia. Bernstein y el revisionismo. Lenin y la organización. Rosa Luxemburgo y la revolución proletaria. Las décadas de la Revolución y el Marxismo. La revolución en Alemania e Italia y el comunismo de los Consejos. La NEP y la oposición rusa.
El marxismo Leninismo y el Trotskismo en el período entre las dos guerras mundiales. El Capital Financiero y Los Monopolios. El imperialismo. El Marxismo y las Teorías del Desarrollo y del Subdesarrollo. El Etapismo. El Dualismo. La Dependencia. Acumulación a escala mundial. Los Aportes Latinoamericanos a la
comprensión del capitalismo.


TEMA V

Problemas de la transición hacia una Economía Socialista, los supuestos teóricos esbozados por Carlos Marx y debates posteriores, el papel del Desarrollo de las Fuerzas Productivas y la Subjetividad en la agudización de las contradicciones en la antigua Sociedad. Las vías no Capitalistas de Desarrollo. La discusión
sobre el papel del Mercado y la Planificación en el Socialismo, funcionamiento y límites de la Ley del Valor. Estudio de casos: El socialismo en un solo país, experiencia Soviética; Realidades en Europa Oriental; Proceso Cubano; Cooperativismo Yugoslavo; La solución China.


Bibliografía


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• Marx, C. 1979. Crítica al Programa de Gotha. Moscu. URSS. Progreso.

• Marx, C. 1980. Teorías sobre la Plusvalía, 3 Tomos. México DF. México. FCE.

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• Viloria, O. 1992. Variaciones sobre un tema de Marx: Un "Tableau Economique". Caracas. Venezuela. Academia Nacional de Ciencias Económicas.




sábado, 16 de junio de 2012

Carta a Ricardo Combellas

Hoy leo su artículo publicado en El Universal titulado “Todos somos liberales” (http://www.eluniversal.com/opinion/120616/todos-somos-liberales) y, como liberal que me considero, auténtico liberal (de esos que creemos que la libertad es una sola, indivisible) me siento en la obligación moral e intelectual de refutar lo que usted escribe.
Primeramente, el liberalismo es heredero de dos hechos políticos importantes. De la declaración de derechos de 1215 en donde los nobles le impusieron condiciones al Rey Juan Sin Tierra, y de la Revolución Gloriosa de 1688 en donde se cristalizan por primera vez las ideas de John Locke. Herederos de esa tradición fueron los padres fundadores de los Estados Unidos, quienes en 1776 y 1789 llevaron hasta las últimas consecuencias políticas las ideas de Locke de limitación del poder (claramente lo expresa Jefferson en la declaración de independencia: Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios,el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad.
Hay una segunda tradición liberal en la europa continental, y no es en Francia donde se desarrolla, sino en España, en el siglo de Oro, en donde los escolásticos, aparte del desarrollo de pensamiento económico, también desarrollaron ideas políticas de limitación del poder (como Juan de Mariana desarrolló su teoría de tiranicidio justificado cuando el monarca violara la propiedad de los súbditos).
Y es que la tradición liberal siempre ha sido contraria al poder. Y aunque en la ubicación original izquierda-derecha de la asamblea francesa, liberales decimonónicos como Frederic Bastiat, se ubicaban como los socialistas, a la izquierda, se diferenciaban de estos últimos en la defensa del individuo y de los tres derechos fundamentales: Vida, Libertad y Propiedad. Y cuando los socialistas hicieron del estado y del uso de la fuerza su arma para lograr la igualdad que ellos propugnaban, fue cuando los liberales se separaron y podemos decir, se ubicaron a la derecha.
Creer que la gente puede ser libre en lo político, pero cuando se refiere al uso del fruto de su trabajo no se puede ser libre es una inconsistencia desde todo punto de vista y alguien así no se puede llamar liberal.
Usted desconoce la historia al decir que la fundación de la Mont Pelerin Society fue una tentativa para maniatar al liberalismo y de ahí nació el “neoliberalismo”. Primero, y le aclaro, la Mont Pelerin Society fue ideada por Hayek principalmente (Friedman apenas fue un invitado, como muchos otros) para organizar un contrapeso intelectual al avance de las ideas socialistas (ya en esa época el New Deal, política económica anti-liberal, había dejado sus nefastos efectos en la economía de USA). En esa reunión hubo liberales de todas las corrientes (tanto que hay una anécdota que en una de las reuniones, Ludwig von Mises llamó a todos los participantes “bunch of socialists”, sólo por hablar de la redistribución de la riqueza)
El neoliberalismo es un invento de la izquierda, en especial latinoamericana, para rechazar las políticas impuestas por el consenso de Washington en la década de los 90, que si bien proponían una supuesta apertura al mercado, no hubo en ningún caso reducción del tamaño del estado, apareció la idea nefasta del “estado regulador”. Privatizaciones de monopolios públicos que cambiaron a ser monopolios privados. Incremento de la presión fiscal. Nada que ver con el liberalismo.
Usted dice que a partir de la MPS se introdujo la separación entre liberalismo económico y liberalismo político. Nada más alejado de la realidad y demuestra su profunda ignorancia sobre el trabajo de Hayek o Friedman (autores que despectivamente menciona en su artículo, por no decir Bastiat, Mises o Rothbard). Mises fue el primero (“La idea de que la libertad política puede ser preservada en ausencia de libertad económica, y viceversa, es una ilusión. La libertad política es el corolario de la libertad económica.”), y luego Hayek y Friedman que pusieron en evidencia que la libertad política no es sostenible sin libertad económica. Y fue exactamente lo que advirtió Friedman en Chile y en China, que las libertades económicas mas temprano que tarde producirían el advenimiento de la libertad política (algo que ya pasó en Chile y que en China progresivamente irá pasando).
Como buen socialista usted desdeña del mercado, sin entender que eso que llamamos mercado somos los seres humanos y representa esa inmensa red de relaciones libres que establecemos los seres humanos para el intercambio voluntario de valores. Y es ese mercado el que logra acompasar los intereses individuales para lograr algo mayor, que es el bienestar de todos. Es lo que expresa la metáfora de la mano invisible de Adam Smith.
El liberalismo se puede definir simplemente como: el respeto irrestricto por el proyecto de vida de los demás. Y se debe agregar algo más: el uso de la fuerza sólo puede ser para fines defensivos. Y ahí un punto clave. Los liberales entendemos que el estado, como monopolio de la fuerza, debe estar limitado con leyes objetivas. Por eso autores como Hayek o Ayn Rand, alaban al sistema anglosajón del Common Law, por encima del derecho civil de tipo francés (heredero del código napoleónico). Y el estado de derecho debe garantizar dos cosas: 1. igualdad ante la ley (no mediante ella, como quieren los socialistas) y 2. que el individuo sepa de antemano la actuación del monopolio de la fuerza.
Y le aclaro, no hay nada más contrario al liberalismo que verlo como una ideología cerrada. El liberalismo (heredero de Locke, Bastiat, Hayek y tantos otros) es un grupo de ideas en constante evolución. Al leer las obras de estos autores uno se da cuenta como ese conocimiento se va ampliando y va llegando a límites antes jam;as pensados. Totalmente contrario al socialismo (en todos sus sabores) que se basa en una doctrina cerrada, casi religiosa.
Y si, hay muchos tipos de liberales (el liberalismo es uno solo). Y la gran diferencia entre todos ellos radica en el papel que le damos al estado. Desde los liberales como Hayek, que creían que el Estado tenía un papel importante en la provisión de bienes y servicios que el mercado no provee, hasta los anarcocapitalistas que defienden que no hay justificación alguna de la existencia del Estado. Pero si algo tenemos todos en común es que entendemos que la libertad es una sola. Y sabemos, como bien lo escribió Hayek en Derecho, Legislación y Libertad, que lamentablemente todos los esfuerzos por limitar el poder del estado fracasaron durante el siglo XX, el siglo del estatismo.
Lo invito a profundizar más en las obras de estos autores de los cuales usted se refiere de manera tan despectiva. Quizás no para convencerse de las ideas de la libertad, pero por lo menos para que conozca su obra y la importancia que tiene para la defensa de la libertad.
Saludos

sábado, 19 de mayo de 2012

Relatos de un venezolano en el exilio (I): Elecciones en República Dominicana

"... aunque la Historia jamás se repite por completo, 
y precisamente porque no hay evolución inevitable, 
podemos hasta cierto punto aprender del pasado
para evitar la repetición del mismo proceso."

Friedrich A. Hayek
Desde 2011 me tocó, por razones de trabajo, radicarme en República Dominicana.  En mi estadía de casi dos años, la he aprovechado para analizar desde un punto de vista imparcial (sólo por no ser nacional, aunque uno tenga sus posiciones políticas) la economía y la política de este país, que muy amablemente me abrió sus puertas y en donde he entablado lazos de amistad y cariño.

Mi país, Venezuela, lleva ya casi 13 años bajo un gobierno de corte socialista/comunista que ha venido destruyendo progresivamente las libertades políticas de la cual disfrutábamos los venezolanos desde hacía ya más de 40 años.  Esto es resultado inevitable de un continuo deterioro de las libertades económicas, que iniciaron a deteriorarse en 1961, con un punto álgido en 1975 (con la estatización de la industria petrolera), y los terribles gobiernos de Luis Herrera Campins (donde se inició la devaluación continua de la moneda y hubo una expansión del endeudamiento público) y Jaime Lusinchi (régimen de control de cambios, corrupción, endeudamiento, controles de precios y salarios, y la casi quiebra del país).  En el período 1989 y 1993, durante el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, la época neoliberal, aunque se avanzó en sentido contrario, la propia sociedad rechazó los tímidos cambios que implementaron los "IESA boys", y a CAP lo destituyeron de la presidencia, bajo el impulso de su propio partido.

Al llegar a República Dominicana me sentí como en la Venezuela de ese período.  Y no es que el país estuviera atrasado, sino que el gobierno, dirigido por un partido socialista democrático (PLD, Partido de la Liberación Dominicana) pero que aplicaba medidas de corte neoliberal (control del precio del dólar, control de la inflación, privatizaciones con entes reguladores, establecimiento de muchos impuestos y permisos).  La oposición la representaban mayormente un partido socialista democrático de corte populista (PRD, Partido de la Revolución Dominicana) y un partido social-cristiano reformista (PRSC, Partido Reformista Social Cristiano).

Me sorprendía observar que la mayoría de la gente que conocía, expresaba las mismas ideas que se compartían en Venezuela para los años previos al advenimiento de Chávez en 1998.  El desencanto con la política (producto de los continuados casos de corrupción), el rechazo a las privatizaciones (ya que se "regalaba el patrimonio del país"), el miedo a la derecha política (porque "no se preocupaban por los pobres"), el rechazo al capitalismo y a los Estados Unidos (aunque mucho dominicano tiene familia viviendo en ese país, y les encanta comprar las cosas que produce el capitalismo), la antipolítica, en especial en la clase media, la creencia en los "derechos sociales" (educación, salud, seguridad social) y el desconocimiento de la propiedad como derecho fundamental; y una que me parecía especialmente peligrosa, el desear el advenimiento de "un Trujillo" que pusiera en cintura a los políticos corruptos.  Al ver ese ambiente de ideas, me sentía como Hayek, quien exiliado en Inglaterra, encuentra en ese país el mismo ambiente de ideas que habían hecho posible el advenimiento del nazismo en Alemania y Austria, y ese ambiente le motivó escribir su famoso libro Camino de Servidumbre.  El propio autor lo escribe de esta manera: "... trasladándose a otro país, cabe observar dos veces la evolución intelectual en fases similares.  Los sentidos se vuelven entonces agudos.  Cuando por segunda vez se oye expresar opiniones y propugnar medidas que uno ya encontró hace veinte o veinticinco años, éstas asumen un nuevo significado, como signos de un rumbo definido."

Para este 2012 tocaban las elecciones presidenciales.  Hoy 19 de mayo es el día de veda electoral, un día antes para efectuarse dichas elecciones.  Los candidatos con mayor opción son Danilo Medina, representante del PLD, con una propuesta básica de "mejorar los errores del actual gobierno".  El otro candidato es Hipótilo Mejía, representante del PRD, con una propuesta básica de "un mejor país para todos", dentro de una campaña llevada a borrar su nombre y su pasado, llamándolo "Papá".

Respecto del candidato del PLD, quienes lo rechazan, válidamente indican que el PLD tiene mucho tiempo en el poder, y mantener al mismo partido (aunque en teoría Medina representa otra corriente) sería darles demasiado poder y ampliar los círculos de corrupción.  Quienes apoyan a Medina, unos lo hacen por rechazo a Mejía, y otros porque entienden que representa un cambio dentro de la continuidad de ciertas medidas de estabilidad.  Desde mi perspectiva, la propuesta de Medina, que incluye el incremento de impuestos "a los más ricos", no permitirá un mayor crecimiento, sino más bien habrá un estancamiento de la economía.  Si bien el PLD defiende la estabilidad monetaria (el dólar se ha mantenido bastante estable desde que me encuentro en la isla, siguen más o menos un esquema crowling peg), ha financiado el contínuo déficit fiscal con endeudamiento.

Hipólito Mejía, candidato del PRD, aunque tiene mucho rechazo, ha logrado ganar muchos adeptos.  Lo rechazan las personas que vivieron los efectos nefastos de su gobierno.  Alta inflación, devaluación del peso (que llegó a niveles de 60RD$ por US$) y una fuerte crisis bancaria.  A Mejía lo apoyan las personas jóvenes y de pocos recursos que apuestan a que "haya más dinero en la calle", sin entender, que eso es lo que genera la subida de precios.  También es apoyado por sectores exportadores (mercantilistas), interesados en una política económica que haga "competitivas las exportaciones", expresión que esconde las intenciones de devaluar la moneda (y como leí en un artículo de prensa, llevarlas a niveles de 80RD$ por US$).

Lamentablemente, este escenario de candidatos, es el mismo repetido en toda latinoamérica.  A los votantes se les pone a escoger entre dos males.  Los electores en República Dominicana sólo pueden escoger entre candidatos de corte socialista, uno más populista que otro.  Y hay que entender, que el socialismo nunca funciona, y si hace pareja con "empresaurios", el conocido contubernio socialista-mercantilista, se vuelve mucho peor.  Y que ese contubernio es la famosa tercera vía, la economía mixta, que más temprano que tarde, termina en la llegada del socialismo revolucionario de corte fascista-comunista.  También hay que entender que en "neo-liberalismo" tampoco funciona.  Y no funciona porque a pesar que es un intento tímido de liberar el mercado, la excesiva presión tributaria anula cualquier efecto positivo de dicha liberalización.  Y por supuesto, este funcionamiento a medias, le da argumentos a los socialistas de todos los partidos (o al menos anti-capitalistas), a decir que "el modelo capitalista puro fracasó".  Y es que ni de cerca el neoliberalismo es capitalismo.

Espero que el día de las elecciones la gente piense mejor las cosas.  No invito a votar por ningún candidato, porque a pesar de que me vería afectado, no puedo participar en el proceso electoral.  Aunque si se por quién no se debe votar.  Por aquellos que de manera bonita dicen que lo van a robar.  Y lo van a robar, porque la devaluación monetaria es un robo.  Si no se cambia el rumbo, en especial hacia la vía liberal, lamentablemente este querido país seguirá el rumbo que ya tiene recorrido Venezuela.  Y sería nefasto.

Amanecerá y veremos.